por villasombrero.com Psicología: Los hijos experimentan un proceso similar al duelo cuando entre sus padres se rompen los lazos afectivos.
“De seguro mis papis se pelearon por mi culpa, porque me porté muy
mal o no saqué buenas notas”. Éstas y otras frases, con excesiva carga
de culpa, son las que se suelen escuchar en las voces de los pequeños,
víctimas del divorcio.
Este sentimiento es real y puede llegar a ser muy conflictivo para
ellos. Ante una separación, los niños abrigan la idea de que hicieron
algo muy malo que enojó a sus padres y los condujo a separarse, por ello
es vital que mamá y papá estén pendientes de estas situaciones y les
subrayen cuantas veces sea necesario que el problema no tiene relación
con ellos, porque el divorcio es un problema de adultos, señala la
licenciada Patricia Rodríguez, de la Unidad de Psicología del Organismo
Judicial.
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