Por villasombrero.com
El exmandatario peruano falleció a los 86 años después de enfrentarse al cáncer.
La tres veces candidata a la Presidencia de Perú, Keiko Fujimori, comentó este miércoles la muerte de su padre y expresidente de ese país, Alberto Fujimori, quien murió "después de una larga batalla contra el cáncer".
"Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor", comentó la hija del expresidente peruano (1990-2000) que en vida fue condenado por delitos de lesa humanidad.
La líder del partido fujimorista Fuerza Popular, pidió a las personas que apreciaron a su padre, a que acompañen a su familia "con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Gracias por tanto papá! Keiko, Hiro, Sachie y Kenji Fujimori", escribió la política._+
Además, Keiko anunció que la ceremonia fúnebre empezará el jueves a las 11:00 (hora local) en el Museo de la Nación y terminará el sábado en la mañana, cuando trasladarán el cuerpo del expresidente al cementerio Campo Fe de Huachipa. "Esperamos a todos quienes quieran despedirse de él personalmente. Agradecemos su apoyo y grandes muestras de solidaridad en estos momentos tan dolorosos", añadió.
Kenji Fujimori también se pronunció sobre la muerte de su padre, señalando que "falleció […] dignamente" al lado de su familia y en libertad, "como lo merecía". "Su amor y sabiduría siempre vivirán en nuestros corazones. Estoy orgulloso de ti, daría mi vida una y mil veces por ti. Te amo, no sabes cómo te extraño!", agregó.
El exmandatario, que fue excarcelado en diciembre de 2023, siempre estuvo rodeado de polémicas y negó los delitos por los que fue a la cárcel, aunque, en la mayor parte de los casos, quedaron probados.
Poco antes de su muerte, fuentes cercanas a la familia manifestaron que su estado de salud se había agravado y, por tanto, se esperaba "lo peor". El hombre tenía cáncer en la lengua.
Fujimori nació en Lima en 1938, en una familia de clase media integrada por una pareja de inmigrantes japoneses. En la política supo convertirse en una de las figuras más importantes y poderosas en la historia de ese país.
También fue uno de los personajes más polarizantes de Perú, donde todavía existe un sector de la población que lo defiende y respalda su década de gestión, a pesar de los múltiples casos de corrupción y de las violaciones a los derechos humanos que se llevaron a cabo en esa época.