Por villasombrero.com
El canciller de Irán advierte sobre los riesgos de una escalada de tensiones en Asia Occidental como consecuencia de los ataques de EE. UU. y Reino Unido a Yemen.
En conversación telefónica sostenida el lunes con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, ha calificado los ataques de Washington y Londres contra la nación yemení como un error estratégico que conducirá a una escalada de tensiones en la región.
Al referirse a los recientes acontecimientos en el mar Rojo, Amir Abdolahian ha subrayado la posición de principios de la República Islámica de mantener la seguridad del transporte marítimo y la navegación._+
Asimismo, ha hecho hincapié en que las operaciones de Yemen para impedir la navegación a los buques israelíes u otras embarcaciones con destino a los puertos en los territorios ocupados, tienen como objetivo contribuir al cese del genocidio del régimen sionista contra los ciudadanos de Gaza.
El jefe de la Diplomacia de Irán y el titular de la ONU también abordaron la necesidad de detener los crímenes del régimen israelí contra la población palestina en la Franja de Gaza.
Asimismo, el canciller iraní ha expresado su preocupación por la crisis humanitaria en el sitiado enclave palestino y ratificó la disposición de la República Islámica de enviar ayuda humanitaria al pueblo de Gaza, sometido a un criminal bloqueo y ataques discriminados por parte de la entidad sionista.
Entre viernes y sábado, Estados Unidos y Reino Unido lanzaron una serie de ataques contra varios objetivos en Yemen, como represalia por las operaciones del Ejército yemení contra enclaves militares israelíes, así como a los barcos vinculados a empresas del régimen o con destino a los puertos de la entidad sionista en el mar Rojo.
El país árabe ha asegurado que actúa en solidaridad con los palestinos en Gaza, quienes enfrentan una campaña de agresiones sangrientas lanzada por Israel desde principios de octubre, con saldo fatal de casi 24 000 muertos y más de 60 000 heridos.