Por villasombrero.com
Venezuela acusa a EE.UU. de hacer un “uso político” de los derechos humanos y rechaza políticas injerencistas del país norteamericano en sus asuntos internos.
El canciller de Venezuela, Carlos Faría, ha criticado este miércoles que EE.UU. hace “uso político” del tema de los derechos humanos, al intentar forzar la renovación de la Misión Independiente de Hechos de las Naciones Unidas, que se dedica “a promover los falsos positivos” en el país sudamericano.
En este aspecto, ha denunciado que la misión tiene la intención de “opacar la cooperación del Gobierno venezolano con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)”._+
El subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Brian Nichols, ha expresado esta misma jornada su respaldo a los informes de la Misión Independiente de los Hechos de la ONU sobre Venezuela. “Informes de la Misión [...] sobre Venezuela son una herramienta esencial para la rendición de cuentas por los abusos contra DD.HH.”, ha escrito Nichols en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el diplomático venezolano, ha declarado que el “panfletario” informe “responde a lineamientos específicos de un imperio que actúa por sus intereses capitales y de dominación”.
De hecho, ha dicho que, si Estados Unidos tuviera “un verdadero interés en los DD.HH., levantaría de inmediato su bloqueo contra Venezuela”.
El referido informe de dicha misión de la ONU acusa a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), respectivamente, de las “violaciones” de los derechos humanos en Venezuela y cometer supuestamente “crímenes de lesa humanidad” para reprimir la disidencia política.
La misión, creada en 2019, concluye su mandato este mismo mes, aunque el órgano de la ONU podría, si logra mayoría de votos, renovarlo para dos años.
Caracas considera la divulgación de dichos reportes como parte de la trayectoria injerencista en sus asuntos internos, bajo el pretexto de una cínica preocupación por los derechos humanos.