Por villasombrero.com
Las Fuerzas Navales de Irán, Rusia y China iniciaron una maniobra naval sin precedentes en el océano Índico, desafiando la hegemonía de EE.UU. en la región.
El ejercicio militar de cuatro días en el golfo de Omán, lanzado el viernes desde la ciudad portuaria de Chabahar, sureste de Irán, tiene como objetivo reforzar la seguridad del comercio regional y enfrentar el terrorismo marítimo.
“El mensaje más importante es que la República Islámica de Irán nunca será aislada”, dijo el viernes el jefe adjunto de la operación de la Armada iraní, el contralmirante Qolamreza Tahani._+
Desde China, el pronunciamiento llegó de la mano de Wu Qian, el portavoz del Ministerio de Defensa, quien indicó el jueves que la maniobra busca profundizar la cooperación entre las Fuerzas Navales de los tres países, añadiendo que también exhibirá la capacidad de Pekín para cimentar la paz mundial.
El gigante asiático envió el destructor de misiles guiados de clase 052D para unirse al ejercicio. El buque de guerra estaba en la flota número 33 de China que escolta a los barcos civiles en el golfo de Adén.
El golfo de Omán es un lugar sensible y vital para el transporte mundial de energía, y su situación “podría afectar a la economía y la seguridad de China”, dijo Song Zhongping, un experto militar chino.
El diario chino Global Times ha señalado que el ejercicio conjunto, además, pone de relieve que Rusia y China, dos grandes potencias, están apoyando a Irán ante el acuerdo nuclear después de la retirada de EE.UU. del mismo en 2018.
El ejercicio trilateral es el primero de su tipo en un momento en que Irán enfrenta sanciones unilaterales de Estados Unidos, informó la agencia de noticias The Associated Press. La maniobra coincide con el envío de miles de soldados y sistemas de defensa antimisiles de EE.UU. a Arabia Saudí, lo que aumentó las tensiones en la región.
Zhongping subrayó que el ejercicio reducirá la tensión regional, subrayando que la medida envió una señal clara a Washington: “no dejen que las llamas se aviven”.
Los medios israelíes reaccionaron señalando que Teherán había mostrado su capacidad de enfrentar a Washington a través de una asociación con otros países que también se decantan por desafiar la hegemonía de EE.UU. en la región. A juicio de dichos medios, Irán logró materializar su meta.
El Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) informó el jueves que tanto el país norteamericano como sus aliados monitorean la maniobra.
“Somos conscientes del ejercicio multilateral que se está llevando a cabo. Estamos cooperando con nuestros socios y aliados, y lo seguiremos haciendo para garantizar la libertad de navegación en las aguas internacionales”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Robertson.
Por su parte, el subsecretario de la Marina de Estados Unidos, Thomas B. Modly, afirmó el viernes que Irán podría efectuar “acciones provocativas” en el estrecho de Ormuz y en otras partes de esa región.
EE.UU. ha estado tratando de persuadir a sus aliados para que pongan en marcha un plan, bajo el pretexto de proporcionar “seguridad” para los buques mercantes en el estrecho de Ormuz y otras rutas estratégicas de transporte del Oriente Medio.
Washington afirma que Teherán desempeñó un papel en dos ataques separados contra los petroleros en el golfo de Omán en mayo y junio, sin proporcionar ninguna evidencia creíble para respaldar las acusaciones. Irán ha rechazado categóricamente toda vinculación en las aludidas ofensivas.