Por villasombrero.com
El congresista demócrata Christopher Van Hollen alentó a la Administración Trump a imponer sanciones y a "enfrentar a Turquía con sus últimas violaciones y ataques" contra las milicias kurdas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha cruzado una nueva "línea roja" al poner en marcha las pruebas de los radares de los sistemas antimisiles rusos S-400. Así lo ha declarado en un tuit el senador estadounidense Christopher Van Hollen, que considera que las leyes vigentes de la OTAN obligan a Donald Trump a introducir sanciones contra su aliado del bloque.
"Dos semanas después de su visita a la Casa Blanca, le falta el respeto a Trump, EE.UU., además de la OTAN y cruza otra línea roja con los S-400", escribió el senador en cuenta de Twitter sobre la decisión de Ankara._+
Asimismo, el congresista demócrata se refirió a las milicias kurdosirias —consideradas terroristas por Ankara— y alentó a Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., a "enfrentar a Turquía con sus últimas violaciones y ataques" contra estas formaciones en la llamada zona de seguridad, establecida en la frontera entre Turquía y Siria en el marco del pacto turco-estadounidense.
Las negociaciones en la Casa Blanca
El pasado 13 de noviembre, Erdogan y su homólogo estadounidense mantuvieron una reunión bilateral que fue tildada por Trump de "maravillosa y muy productiva". Trump aseguró que los dos países podrían resolver sus discrepancias en torno a la adquisición por Turquía de los sistemas rusos de defensa aérea S-400 —que plantea un desafío muy serio para Washington— y que Ankara sigue siendo un gran aliado de la OTAN.
Por su parte, Erdogan señaló que Ankara y Washington solo pueden superar mediante el diálogo los desafíos asociados al sistema S-400 y al programa F-35. De la misma forma, precisó que Turquía podría comprar los sistemas estadounidenses de defensa aérea Patriot "bajo circunstancias adecuadas".
- El contrato de compra a Moscú de S-400 por valor de 2.500 millones de dólares se dio a conocer en septiembre de 2017 y fue motivo de disputa entre Washington y Ankara. La entrega de estos sistemas comenzó el pasado 12 de julio, pese a las amenazas e intentos de persuasión de la parte norteamericana para que las autoridades turcas abandonaran la idea y adquirieran en su lugar Patriot estadounidenses.
- Washington considera que los S-400 de fabricación rusa representan una amenaza para sus aviones de combate y ha suspendido la participación de Turquía en el programa de los F-35. También ha advertido a Ankara de posibles sanciones, si bien estas aún no han sido formalizadas.