Por villasombrero.com
El presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, habló con Paul Manafort, exjefe de campaña del presidente de EE.UU., Donald Trump, de la entrega de Assange a EE.UU.
Según un informe publicado el lunes por el diario estadounidense The New York Times (NYT), Moreno, en por lo menos dos citas con Manafort en Quito en 2017, le planteó su deseo de entregar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, a Estados Unidos a cambio de algunas concesiones; por ejemplo, el alivio de la deuda ecuatoriana por parte de EE.UU.
The New York Times reporta que Manafort sugirió que ayudaría a lograr un acuerdo que incluyera la entrega de Assange a Estados Unidos._+
“Cuando el señor Manafort se reunió con el presidente Moreno de Ecuador para discutir el Fondo de Desarrollo de China, el presidente mencionó al señor Manafort su intención de retirar a Julian Assange de la embajada de Ecuador [...] El señor Manafort escuchó, pero no hizo promesas, ya que esto era secundario a los propósitos de la reunión”, dijo el lunes en un comunicado a la cadena estadounidense CNN Jason Maloni, un portavoz de Manafort.
Finalmente no hubo acuerdo con Ecuador, según The New York Times, porque un par de días después de la última reunión del Manafort en Quito, Robert S. Mueller III fue nombrado asesor especial para investigar la interferencia de Rusia en la elección de 2016 y asuntos relacionados, y rápidamente quedó claro que el Manafort era uno de sus objetivos principales.
Según dicho diario, no existe evidencia de que Manafort estuviera trabajando con el presidente Donald Trump —ni de que siquiera le hubiera informado de sus conversaciones con los ecuatorianos sobre Assange— o con otros funcionarios de su Administración.
Cuando el señor Manafort se reunió con el presidente Moreno de Ecuador para discutir el Fondo de Desarrollo de China, el presidente mencionó al señor Manafort su intención de retirar a Julian Assange de la embajada de Ecuador [...] El señor Manafort escuchó, pero no hizo promesas, ya que esto era secundario a los propósitos de la reunión”, le dijo a la CNN Jason Maloni, un portavoz de Manafort.
Tampoco existen pruebas de que los encuentros entre el diplomático estadounidense y el presidente ecuatoriano estuvieran relacionados con la colaboración de Wikileaks en el esfuerzo para que Trump ganara las elecciones presidenciales de 2016, o con la investigación de una posible coordinación entre el Assange y los socios de Trump, que se han convertido en el foco de Mueller, conforme al The New York Times.
Assange, fundador de Wikileaks y refugiado desde hace seis años en la embajada de Ecuador en Londres, capital británica, no puede abandonar la legación, porque teme que los británicos lo extraditen a Estados Unidos, donde podría ser procesado por filtrar secretos sobre la seguridad estadounidense y, además, condenado a la pena de muerte.
En este sentido, Assange denunció el pasado 29 de octubre que el Gobierno de Ecuador quiere retirarle el asilo político para entregarlo a Estados Unidos. Sin embargo, desde Quito, capital ecuatoriana, el procurador general calificó de “maliciosas y perversas” las declaraciones de Assange.