Por villasombrero.com
Pompeo llama al fin de la agresión saudí a Yemen, mientras aumenta la presión internacional contra Riad tras el asesinato de Khasohggi.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, cuyo país ha desempeñado un papel devastador en la agresión saudí a Yemen, cometida con total impunidad, redactó “cuidadosamente” su comunicado, según los medios locales, pidiendo primero al movimiento popular yemení Ansarolá que deje de atacar Arabia Saudí y luego a Riad y a sus aliados que dejen de bombardear los centros civiles en Yemen._+
Las fuerzas del Ejército yemení y de Ansarolá realizan con frecuencia ataques en respuesta a la ofensiva militar de Arabia Saudí y de sus aliados, agresión que ha dejado desde 2015 más de 15 000 muertos y cerca de 24 000 heridos, en particular civiles, de acuerdo con el balance ofrecido por el Centro Legal para Derechos y Desarrollo de Yemen.
“Es tiempo para poner fin a este conflicto (…) y permitir a los yemeníes curarse a través de la paz y la reconstrucción (…) Ahora es tiempo para un cese de hostilidades”, dice el jefe de la Diplomacia estadounidense en el comunicado emitido el martes.
De igual modo, pidió a las partes involucradas en el conflicto que apoyen los esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en pro de encontrar una solución a esta guerra.
Pompeo comentó, además, que en noviembre un tercer país debe acoger las consultas con el enviado especial de las Naciones Unidas “para elaborar medidas de confianza, solucionar los problemas más importantes del conflicto y desmilitarizar las fronteras”.
Es tiempo para poner fin a este conflicto (…) y permitir a los yemeníes curarse a través de la paz y la reconstrucción (…) Ahora es tiempo para un cese de hostilidades”, indicó el jefe de la Diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, en un comunicado.
El asesinato del columnista saudí del diario estadounidense The Washington Post en el consulado saudí el pasado 2 de octubre ha desatado una avalancha de críticas contra Riad y en concreto contra el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman.
Bin Salman, contra quien apuntan las acusaciones por la muerte de Khashoggi, también es responsable de la agresión a Yemen y del secuestro del primer ministro libanés, Saad Hariri, en 2017.