Por villasombrero.com
Riad ya no es un socio fiable para EE.UU. y hay que castigar “directamente” al príncipe heredero saudí por sus acciones, según una política estadounidense.
“El príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, ha demostrado desde hace mucho tiempo su verdadero carácter, con sus acciones irreflexivas y agresivas”, argumenta Susan Rice, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en la época de la Presidencia de Barack Obama (2009-2016), en un artículo escrito el lunes para el diario estadounidense The New York Times (NYT)._+
La responsabilidad “casi probada” de Bin Salman en el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Turquía el pasado 2 de octubre y las mentiras que profirió Riad para encubrir los hechos “evidencian su extrema imprudencia e inmoralidad y demuestran que él es un socio peligroso y poco fiable para Estados Unidos”, advierte.
Rice añade que el inopinado asesinato de Khashoggi plantea una pregunta crucial que la Administración del presidente republicano de EE.UU., Donald Trump, desea evitar: ¿Puede Estados Unidos continuar cooperando con el príncipe heredero saudí, Bin Salman?
Asegura, asimismo, que Bin Salman ha movido desde un principio los hilos de la agresión saudí a Yemen, y “EE.UU. sigue “apoyando con total desfachatez su guerra sangrienta” que comenzó en 2015.
El príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, ha demostrado desde hace mucho tiempo su verdadero carácter, con sus acciones irreflexivas y agresivas”, argumenta Susan Rice, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en la época de la Presidencia de Barack Obama (2009-2016), en un artículo para el diario estadounidense The New York Times (NYT).
La política interior promovida por el príncipe heredero saudí tampoco ha sido amigable: de ejemplo sirvan la purga de 2017 y el encarcelamiento de los opositores, explica Rice. También menciona el secuestro del primer ministro libanés, Saad Hariri, y el bloqueo impuesto a su vecino Catar, y en ambos casos Bin Salman estaba tras las bambalinas.
Arabia Saudí, Baréin, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Egipto rompieron en junio de 2017 sus relaciones diplomáticas con Catar, tras acusar a este país de apoyar el terrorismo, y le impusieron un férreo boicot económico.
Todo lo dicho, según la política estadounidense, pone de relieve que Bin Salman “no es y ya no puede ser considerado como un socio fiable o racional para Estados Unidos y nuestros aliados”, razón por la cual Washington debe “castigar directamente” al príncipe heredero.
Rice advirtió de que de lo contrario el orgulloso Bin Salman va a actuar aun con “más irresponsabilidad” para demostrar su independencia de sus aliados occidentales.