Por villasombrero.com
EE.UU. anuncia la asignación de un presupuesto de 40 millones de dólares para hacer frente a lo que llama la campaña de desinformación de Irán, Rusia y China.
“A finales de septiembre, el Centro de Participación Global (GEC, por sus siglas en inglés) ofreció como garantía 40 millones (de dólares) para apoyar iniciativas que hagan frente a la campaña de desinformación y de propaganda lanzada por países extranjeros”, ha indicado el viceportavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Robert Palladino._+
La mitad del fondo proviene del Congreso de EE.UU. y el Departamento de Defensa del país (el Pentágono) entregó la otra mitad al Departamento de Estado, según precisa Palladino en una rueda de prensa ofrecida este martes en Washington.
Uno de los esfuerzos que apoyará el fondo, explica el funcionario estadounidense, es el uso de tecnología para proporcionar “alertas tempranas” al analizar “las audiencias más susceptibles” a estar expuestas a la supuesta campaña de desinformación extranjera, en concreto, de “Rusia, Irán y China”.
Encontrar socios en las redes sociales locales más influyentes y fortalecer las destrezas técnicas de las organizaciones civiles y no gubernamentales para que sean conscientes de “la propagación de la desinformación” son otros de los esfuerzos para frenar el proceso, matiza Palladino.
A finales de septiembre, el Centro de Participación Global (GEC, por sus siglas en inglés) ofreció como garantía 40 millones (de dólares) para apoyar iniciativas que hagan frente a la campaña de desinformación y de propaganda lanzada por países extranjeros”, ha indicado el viceportavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Robert Palladino.
Las autoridades estadounidenses acusan a Rusia y China de influir en las elecciones presidenciales y legislativas de su país. El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó en septiembre pasado a Pekín de tratar de sabotear las legislativas venideras en represalia por las tarifas arancelarias de Washington a una serie de productos chinos.
Tanto Moscú como Pekín rechazan las acusaciones y señalan la “paranoia” y la “obsesión” de Washington con la supuesta injerencia en sus últimas elecciones presidenciales.