Por villasombrero.com
BALTIMORE, Maryland. Mientras los ánimos en la ciudad siguen caldeados y Baltimore se lame las heridas dejadas por varios días de disturbios y saqueos, los Orioles derrotaron ayer 8-2 a los Medias Blancas de Chicago en un partido que se jugó sin fanáticos en las gradas. El juego se adelantó cinco horas, para cumplir con un toque de queda, y se disputó a puerta cerrada como medida de seguridad por los disturbios que han ocurrido cerca del estadio y en otros sectores de Baltimore desde el lunes, cuando fue el funeral de Freddie Gray, un hombre negro de 25 años que sufrió una lesión fatal de la espina dorsal mientras estaba detenido por la policía.
Chris Davis conectó un cuadrangular como parte de un racimo de seis carreras de los Orioles en la parte baja del primer inning que inclinó la balanza por los anfitriones.
El abridor dominicano Ubaldo Jiménez (2-1) continuó con su recuperación tras una desastrosa temporada en 2014, al permitir dos carreras (una limpia) y tres hits en más de siete innings. Ponchó a seis y otorgó un boleto.
Manny Machado se fue de 4-3, incluyendo su cuarto vuelacerca del año.
Este fue el primer partido en la historia de Grandes Ligas que se juega a puerta cerrada, aunque sí fue transmitido por televisión. La MLB suspendió en otras ocasiones partidos por motivos de seguridad: en 1992 por disturbios en Los Ángeles, en 2001 por los ataques terroristas en Nueva York y Washington, e incluso la Serie Mundial de 1989 después del terremoto de San Francisco.