Por villasombrero.com
SACRAMENTO, California, EE.UU.— El interventor
federal que controla los servicios médicos en las prisiones de
California ordenó el lunes la salida de miles de reos en peligro de
enfermar de dos cárceles del Valle Central, en respuesta a decenas de
muertes por la llamada fiebre del Valle, causada por un hongo que se
propaga por el aire.
El interventor médico J. Clark Kelso también ordenó al Departamento
de Prisiones y Rehabilitación (CDCR, por sus siglas en inglés) que
excluya a los negros, filipinos y otros reos de las prisiones estatales
de Avenal y Pleasant Valley porque son más susceptibles de contagiarse
con el hongo, que se origina en la tierra de la región.
Además de las minorías raciales, los reos con alto riesgo de
contagio son los enfermos, los portadores de VIH, los que reciben
tratamiento de quimioterapia o tienen afectado el sistema inmunológico.
Además de las muertes, el hongo ha provocado la hospitalización de
cientos de presidiarios.
La orden afectará a aproximadamente 40% de los más de 8.200
prisioneros en ambas instalaciones, dijo Joyce Hayhoe, portavoz de la
oficina del interventor.
"El estado de California conoce desde 2006 que segmentos de la
población de prisioneros tenían un mayor riesgo de contraer la fiebre
del Valle, pero los esfuerzos de mitigación del CDCR no han sido
efectivos", expresó Hayhoe en una declaración enviada por correo
electrónico. "Como resultado, el interventor ha decidido tomar medidas
inmediatas necesarias para prevenir más pérdidas de vidas".
Eso crea un problema para el Departamento de Prisiones, que
enfrenta en diciembre la fecha tope para reducir la sobrepoblación penal
en 9.000 reos adicionales como parte de la orden de un tribunal federal
para mejorar el tratamiento médico y mental de los presos.
El departamento debe presentar para el jueves un plan al tribunal
federal en que describa qué medidas tomará para reducir la población
penal para finales de este año. El secretario de Prisiones, Jeffrey
Beard, ha dicho que el departamento desea recibir a más de 8.400 reos
que ahora están albergados en prisiones privadas en otros estados.
En respuesta a la orden del interventor el lunes, Jeffrey Callison,
portavoz del Departamento de Prisiones, dijo: "La implementación de
esta directiva es una tarea complicada, y la estamos analizando".
El departamento había concentrado sus esfuerzos en tratar de
prevenir la propagación del polvo que lleva las esporas causantes de la
infección.
"Si hay formas de reducir o prevenir la fiebre del Valle, sin
importar quiénes son los prisioneros, probablemente sería lo mejor",
dijo Callison.
Las medidas incluyen medidas de control del polvo durante labores
de construcción, entregar mascarillas a los reos y empleados que las
pidan y ofrecer material educativo. El departamento está instalando
filtros de aire y estudia medidas para cubrir áreas con polvo y evitar
que éste entre a los edificios de las prisiones.
La fiebre del Valle, o coccidioidomicosis se presenta más
comúnmente en el suroeste de Estados Unidos, donde un cuarto de los
casos se registran en California y más de 70% en Arizona, de acuerdo con
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El número
de casos ha aumento en los últimos años y alcanzó 20.000 en 2011,
reportaron los Centros en diciembre.