
por villasombrero.com La
‘politizada’ resolución antiraní del Consejo de Derechos Humanos de la
Organización de las Naciones Unidas (CSONU) tiene como objetivo desviar
la opinión pública de la amplia violación de derechos humanos en el
Occidente.
Así declaró, el miércoles, el diputado de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Mohamad Reza Bahonar, para luego asegurar que esta resolución se ha elaborado completamente politizado a fin de perjudicar la imagen de Irán y, a pesar de la oposición de algunos países, ha sido aprobado bajo la presión de los Estados Unidos y el lobby sionista.
Así declaró, el miércoles, el diputado de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Mohamad Reza Bahonar, para luego asegurar que esta resolución se ha elaborado completamente politizado a fin de perjudicar la imagen de Irán y, a pesar de la oposición de algunos países, ha sido aprobado bajo la presión de los Estados Unidos y el lobby sionista.
La aprobación de la resolución antiraní por la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU se produce en momentos que se publica cada día noticias sobre la pena de muerte en EE.UU., entre ellos de discapacitados mentales.
Además de criticar fuertemente la aprobación de esta resolución, el vicepresidente segundo del Parlamento iraní sostuvo que en la reciente ofensiva de ocho días del régimen de Israel contra la Franja de Gaza, muchos palestinos inocentes, entre ellos niños, han sido martirizados, pero el CSONU no ha emprendido ninguna acción internacional para detener las violaciones y crímenes cometidos por este régimen contra los residentes de Gaza.
Bahonar reiteró que los informes parciales y políticos del CSONU revela la naturaleza dualista de esta entidad internacional, a la vez de demostrar que carece de credibilidad necesaria para las cuestiones de derechos humanos.
Al tachar de sin fundamento esta resolución de la ONU, hizo hincapié en que los diseñadores de la última resolución antiraní deben ser responsable de la amplia violación de derechos humanos en sus propios países y, seguramente, la opinión pública de dichos países los llevará ante la justicia.
El martes, la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución, no vinculante, elaborada por Canadá y copatrocinada por otros países occidentales, con 83 países que votaron a favor, 31 en contra y 68 abstenciones.
Durante la reunión, los representantes permanentes de numerosos países criticaron el uso de tales resoluciones contra naciones concretas, debido a que pone de manifiesto una política de doble rasero y socava la cooperación internacional en la promoción y protección de los Derechos Humanos.
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