
por villasombrero.com El
Gobierno de Obama reconocerá a la oposición siria como representante
oficial del país árabe, así ha pronosticado el diario estadounidense
‘New York Times’.
De acuerdo con el periódico norteamericano, este reconocimiento sería anunciado probablemente en la conferencia del 12 de diciembre de los llamados “Amigos de Siria” que tendrá lugar en Marruecos y a la que asistirá la secretaria de Estado Hillary Clinton.
De acuerdo con el periódico norteamericano, este reconocimiento sería anunciado probablemente en la conferencia del 12 de diciembre de los llamados “Amigos de Siria” que tendrá lugar en Marruecos y a la que asistirá la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Este reconocimiento podría allanar el camino para que el Pentágono impulse sus intenciones militares en contra del Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad.
Asimismo, ‘New York Times’ escribió el jueves que con el objetivo de acelerar una intervención en el conflicto de Siria, el Gobierno de Washington ha discutido el despliegue del sistema de defensa aéreo Patriot en las fronteras que comparte Turquía con su vecino árabe.
De acuerdo con el informe, el Estado norteamericano podría trasladar sus recursos militares a la región, ya sea con fines de intimidación o el uso directo de la fuerza en Siria.
Al respecto, este intento de Washington fue ratificado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien adelantó la ayuda suplementaria de su país a los insurgentes sirios que luchan contra el Gobierno de Damasco.
“Vamos a considerar cuidadosamente qué más podemos hacer”, dijo la jefa de la diplomacia de EE.UU. al tiempo que añadió: “Estoy segura que haremos más en las próximas semanas”.
Hasta el momento, Gran Bretaña, Francia y varios países árabes aliados de los EE.UU. han reconocido al Consejo de la oposición como único representante de Siria.
La crisis que vive Siria desde mediados de marzo de 2011 está dada por las actividades terroristas perpetradas por grupos armados, financiados y respaldados por Occidente y algunos países regionales, entre ellos Arabia Saudí, Catar y Turquía, y cuyo objetivo no es otro que derrocar al Gobierno de Bashar al-Asad.
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