(CNN) - A pesar que aún porta
vientos máximos sostenidos de más de 135 kilómetros por hora, Sandy ya
no es considerado un huracán, informó el Centro Nacional de Huracanes de
Estados Unidos.
De acuerdo a la agencia con sede en Miami, la reclasificación se
debió a que “Sandy ha continuado perdiendo sus características
tropicales”.
La tormenta está a unos 48 kilómetros al este-sureste de Cape May y 64
kilómetros al sur de Atlantic City, en Nueva Jersey, donde se espera que
el centro de la tormenta toque tierra.
En Nueva Jersey se prevé que los niveles de agua se eleven 11 metros
por encima de la marea alta normal, por lo que tiene el "potencial de
causar daño sin precedentes, advirtió el gobernador de Connecticut, Dan
Malloy.
“Es el evento más catastrófico que hemos enfrentado y hemos elaborado
un plan en nuestras vidas”, detalló el gobernador, mientras que el
presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió este lunes a los 60
millones de personas que se calcula que afectará el huracán Sandy en la
Costa Este de ese país, que habrá cortes de electricidad y de
transporte.
“Todo el mundo es consciente de que esta va a ser una tormenta grande
y poderosa” que llevará mucha agua, lo que a su vez provocará múltiples
cortes de electricidad, dijo en rueda de prensa.
Los cuatro puentes de Nueva York que cruzan el East River: Brooklyn,
Manhattan, Williamsburg y Queensboro aproximadamente a las 7 de la noche
hora del este de Estados Unidos, informó la oficina del alcalde.
Unos 1.900 efectivos de la Guardia Nacional se encuentran en servicio
activo en las labores de emergencia generadas por el huracán Sandy en
los estados de Delaware, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva
York, Carolina del Norte, Pennsylvania y Virginia.
En solo dos horas, el número de personas sin electricidad se duplicó y
ya son más de 765.000 los hogares en siete estados los que se han
quedado sin luz. Nueva York y Nueva Jersey son los más afectados, con
más de 220.000 clientes sin electricidad en cada uno.
Obama regresó a la Casa Blanca para supervisar los preparativos de la
supertormenta que podría traer una "catástrofe" e impactar unas 60
millones de personas.