Por villasombrero.com Santo Domingo, 31 jul (PL).- La captura de mil 642 personas y la incautación de casi 20 kilogramos de drogas fueron resultados de los primeros 90 días de un plan para combatir el tráfico de sustancias prohibidas en la capital de República Dominicana.
De acuerdo con informaciones periodísticas, divulgadas este miércoles, durante este período se realizaron mil 422 operaciones exitosas ejecutadas por la Dirección Central Antinarcóticos de la Policía (Dican) y la Fiscalía de Santo Domingo.
El programa comenzó a desarrollarse en mayo pasado y a mediados del actual mes se habían intervenido dos mil 785 puntos donde se comprobó la venta de estupefacientes.
Porciones de cocaína, marihuana, crack y heroína formaron parte de los decomisos, cuyo valor en las calles se calculó en 29 millones de pesos, 744 mil 521 dólares.
Además fueron incautadas ocho armas de fuego cortas y dos largas, 25 balanzas, 191 celulares, 85 motocicletas y 12 autos, y se desmanteló un vivero utilizado para la siembra de marihuana en Boca Chica.
En opinión de la magistrada Diná Llaverías, el éxito de las operaciones policiales se debe al trabajo conjunto entre las dos entidades mencionadas, y la "extraordinaria" labor de inteligencia realizada.
Comentó que un cuerpo de fiscales especiales trabaja solamente en asuntos de narcotráfico, sin horario establecido, y responde a las necesidades de la Dican y la Dirección Nacional de Control de Drogas.
Antes, las acciones aisladas no arrojaban resultados positivos, pero cuando ambas entidades trabajan juntas, se garantizan los derechos de los ciudadanos y evitan los excesos y las injusticias, manifestó.
Por su situación geográfica, República Dominicana, que comparte con Haití la isla de La Española, se ve afectada por el contrabando de estupefacientes principalmente entre Europa y Estados Unidos, los mayores consumidores de drogas del mundo.
América del Norte sigue como el principal mercado de dichas sustancias a nivel global, con altos niveles de producción, fabricación, tráfico y consumo en los tres países de la región (Estados Unidos, Canadá y México).
La permanencia de esa área a la cabeza del problema fue ratificada por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes en su informe correspondiente a 2011, distribuido en la sede de la Organización de Naciones Unidas.