En ese sentido, Carter aseguró que actualmente la Casa Blanca “no puede hablar con autoridad moral sobre estos temas críticos”.
Asimismo, detalló que hoy día Washington utiliza la Declaración Universal de los Derechos Humanos “como una cubierta para oprimir y lesionar”, irrespetando la igualdad de derechos de todas las personas a la vida, la libertad, la seguridad personal, la libertad contra la tortura, la detención arbitraria y el exilio forzado.
“Es preocupante que, en lugar de fortalecer estos principios, las políticas de nuestro gobierno contra el terrorismo estén violando claramente por lo menos 10 de los 30 artículos de la declaración, incluyendo la prohibición de tratos crueles, inhumanos o degradantes", precisó.
Carter también se opone al derecho legal del Presidente para detener a una persona por tiempo indefinido, sólo por sospecha de afiliación con organizaciones terroristas o fuerzas asociadas.
“Se viola el derecho a la libertad de expresión y a la presunción de inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, otros dos derechos consagrados en la Declaración”, acotó.
Denunció además que el Gobierno viola “nuestros derechos a la privacidad, a través de las tácticas de escuchas ilegales y la intercepción de las comunicaciones electrónicas”.
Agregó que las leyes estatales son racistas, porque permiten la detención de personas “por su apariencia, sus creencias o sus relaciones personales”.
En relación a la utilización de drones, condenó que una cantidad indefinida de civiles haya muerto en Pakistán, Afganistán y otros países de Oriente, “bajo el amparo de las más altas autoridades en Washington”.
“Estas políticas afectan claramente la política exterior estadounidense (...) La escalada de ataques despertó a la población civil en contra de nosotros”, aseguró.
Igualmente, manifestó su rechazo a las prácticas en el centro de detención de Guantánamo, en Cuba, donde se emplean diferentes técnicas de tortura para obtener confesiones de los presos, muchas de ellas falsas e infundadas.
“Sorprendentemente, estos hechos no se pueden utilizar como defensa por el acusado, debido a que el Gobierno afirma que se produjeron en defensa de la seguridad nacional", criticó.
Ante todo ello, el expresidente instó a Estados Unidos a fortalecer, en lugar de debilitar, las normas básicas del derecho y los principios de la justicia, enumerados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“En vez de hacer un mundo más seguro, las violaciones de Estados Unidos a los derechos humanos internacionales incitan a nuestros enemigos y alienan a nuestros amigos”, finalizó.