por REdaccion villasombrero.com
Por Manuel Eduardo Díaz y Rafael Díaz Pimentel.
Nació en Villa Sombrero el día 5 de febrero del año 1925, hijo de Angelina Maria Ortiz Peña y Pedro Damián Calderón Arias. Don Darío es biznieto del ilustre general Faustino Ortiz.
En la década del 1940 ingresa a la escuela siendo su profesor el munícipe banilejo Don Miguel Ángel Castillo, que impartía el tercer grado, pero por su inteligencia y dedicación, este le permitió un año más, el cuarto.
Al terminar el año escolar el profesor le otorgó una recomendación para que continúe sus estudios, pasando a la secundaria en la escuela pública de Baní. Estudios que no pudo realizar, debido a la precariedad en los medios de transporte de esa época y por razones económicas, lo que lo obligó a dedicarse en pleno a la agricultura.
A la edad de veintidós años se unió en sagrado matrimonio con Nelia María Pimentel Tejeda, con la cual procrea a Hilda Beatriz, Tirso Darío, Nancy Altagracia, Kenia María y Juana Jacquelin.
Obtuvo el cargo de servidor público como repartidor de agua a los agricultores de esta zona del (1958-1967), por recomendación de la profesora Saveltina de la Paz Puello, directora y maestra de la escuela primaria de esta comunidad.
Ocupó las funciones de presidente de la Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela, cargo este que desempeñó dignamente durante diecisiete años. Hizo gestiones para la construcción de una nueva escuela que albergara los estudiantes de la comunidad con el entonces Presidente de la República Dr. Joaquín Balaguer, quien le pidió que la comunidad comprara los terrenos para él construir la escuela.
Darío Calderón le contesto que sí. Para ese entonces ya se había fundado en nuestra comunidad La Sociedad Progresista de Villa Sombrero “SOPROVIS” de la cual el señor Darío Calderón era tesorero. SOPROVIS compró el terreno en la suma de cuatro mil pesos y la escuela fue construida y entregada el día 14 del mes de agosto del año 1978.
Dos días antes de entregar el poder al presidente electo Don Antonio Guzmán Fernández, pero fue entregada sin butacas, sin pizarras, sin escritorios, para solucionar lo cual el señor Calderón acude donde un amigo, el entonces Director Regional de Salud Pública Dr. Guillermo Castillo, quien le promete conseguirle los útiles.
A los 15 días llega al señor Calderón un telegrama de la Secretaria de Estado de Educación, para que fuera con una comisión y llevara el listado de lo que hacía falta en la escuela. La comisión quedó integrada por los señores Darío Altagracia Calderón, Manuel Antonio Báez (Manuel Lico), profesora Iris Dumé, Profesor Luis Emilio Peña, Doña Oilia Brea Viuda de Troncoso y el señor Pillo Pancho, esa comisión consiguió 600 butacas, 12 escritorios, 12 pizarras y 12 sillas plegadizas.
Darío Calderón fue fundador de la Sociedad Progresista de Villa Sombrero (SOPROVIS) donde ocupo los cargos de vocal, vice-presidente y tesorero. Trabajó en SOPROVIS activamente en la compra de los terrenos de la escuela; en la formación de una escuela primaria pagada por SOPROVIS de la que fue maestra la señora Gloria Ortiz; en la formación de la primera escuela de mecanografía y correspondencia dirigida por el Profesor Luis Báez; en la construcción de la primera cancha deportiva de esta comunidad y en la formación del primer dispensario médico, que hoy es la clínica rural.
El día 2 del mes de febrero de 1981 se fundó el Gremio Inmaculada Concepción de Villa Sombrero, del cual el señor Calderón es primer vocal y supervisor, estando ligado directamente a los logros de esta institución tales como la compra de 304 sillas, la construcción de la primera funeraria de esta comunidad, la adquisición de un carro fúnebre, así como equipamiento de la primera clínica dental. En la actualidad el señor Calderón es el encargado de la administración de la clínica dental.
Don Darío fue fundador del Patronato de Salud, apéndice del gremio, institución que se encarga de vigilar por la salud de la comunidad. Junto a las autoridades competentes de turno. El patronato de salud es subsidiado y apéndice de Corazones Unidos que dirige el prestigioso médico dominicano Dr. Luis R. Cuello Mainardi y el productor de televisión Freddy Beras Goico.
Actualmente es el presidente del Patronato del Cementerio, entidad que se encarga de administrar los recursos por la venta de terrenos en el Campo Santo, compartiendo este digno trabajo con los señores Manuel Antonio Báez (Manuel Lico), Marino Mejía Maceo, Juan Emilio Melo Troncoso y el señor Sigfrido Pimentel. Unas de las actividades recientes del Patronato del Cementerio han sido la construcción de la pared y su pintura.
Fundador de Comité Pro-Parque de la comunidad, labor esta que compartió con hombres y mujeres dignas de esta comunidad. Entre ellos el fallecido Ramón Pimentel.
Cuando se construyó la Iglesia Católica no tenía campana, en esa época estaba aquí el Padre Lorenzo, quien dijo que esta costaba cien pesos en el Canadá y que si se conseguía el dinero él conseguiría la exoneración, Darío Calderón fue donde el señor Agripino Dumé y salieron a recolectar el dinero, cuando llego la campana Darío la tuvo en su casa durante tres días hasta que junto todo el dinero, pues no quería llevarla a la iglesia sin antes estar totalmente pagada.
Luego el Padre Roberto Hymus le propuso a Darío, cuando la iglesia era de madera de la mitad para arriba, que si le conseguía mil pesos el ponía el resto por lo cual Darío convocó una reunión y salieron a recoger, en esa actividad recogieron seiscientos cincuenta, por lo que Darío se comunicó con SOPROVIS y estos le enviaron los trescientos cincuenta que faltaban.
Luego el padre dio el resto para pintarla y luego si Sombrero ponía ciento cincuenta pesos el cubría los gastos para hacer la verja del frente, para lo cual se empeñó y recolectó el dinero. Luego inició una campaña para equipar la iglesia con siete abanicos, los cuales fueron donados por los señores Nelson Pimentel, Dionisio Pimentel, Gollo el de Pedro Tomás, Merilio Troncoso y Gabriel Troncoso.
También es propulsor de los nombres de las calles de la comunidad. Miembro de la comisión que se formó para recolectar dinero para la compra de los terrenos del play de béisbol junto con el señor Julio Báez y Bienvenido Soto. El señor Calderón ha estado ligado a todo lo que significa progreso y desarrollo para nuestra comunidad, siendo un ejemplo digno de imitar para la juventud.
Es un orgullo para los sombrerenses contar con un hombre de su valía por lo que la dirección y los maestros de la nuestra escuela han decidido bautizar nuestro Salón de Actos con su nombre y será incluido entre los personajes a investigar por nuestros alumnos para que su esfuerzo quede grabado siempre en los anales de Villa Sombrero.