por REdaccion villasombrero.com
Uno de los nietos de Nelson Mandela se llama Gadafi, señal de la popularidad que llegó a tener el fallecido líder libio en Sudáfrica y en otros países africanos.
Con su imagen de revolucionario, Gadafi inspiró a los sudafricanos a pelear por su liberación, financiando y armando al movimiento anti-apartheid en su lucha contra el gobierno de la minoría blanca.
Sin embargo, también respaldó a grupos rebeldes de mala reputación en Liberia y Sierra Leona y su desenlace puede servir como una advertencia para otros hombres poderosos del continente.
Después de convertirse en 1994 en el primer presidente negro de Sudáfrica, Mandela rechazó las presiones de líderes occidentales, incluyendo la ejercida por Bill Clinton, para desligarse de Gadafi, quien costeó su campaña electoral.
"Quienes se sientan irritados por nuestra amistad con el presidente Gadafi pueden saltar dentro de una piscina", dijo.
"Es el final de una era para la UA. Libia fue uno de los cinco grandes contribuyentes financieros de la organización (conjuntamente con Sudáfrica, Nigeria, Egipto y Argelia). Pagaba el 15% (de su presupuesto) y también cancelaba las afiliaciones de países atrasados en sus pagos como Malawi"
Kathryn Sturman, experta sobre la UA del Instituto de Asuntos Internacionales de Sudáfrica
En vez de eso, Mandela desempeñó un papel clave en poner fin al estatus de paria del coronel Gadafi en Occidente al arreglar un trato con Reino Unido sobre el atentado de Lockerbie.
Eso llevó al coronel Gadafi a entregar a Abdelbaste Ali Mohmed al-Megrahi para que fuese enjuiciado en Escocia. Al-Megrah fue condenado en 2001 y luego liberado ocho años más tarde por razones humanitarias, una decisión que recibió el beneplácito de Mandela.
Mandela consideró el trato sobre Lockerbie como uno de sus mayores logros en política exterior.
"Nadie puede negar que la amistad y confianza entre Sudáfrica y Libia jugó un papel importante para llegar a esta solución…eso justifica nuestro punto de vista de que conversar entre sí y buscar soluciones pacíficas sigue siendo la forma más segura de resolver las diferencias, y de avanzar en la paz y el progreso en el mundo", señaló en 1999, cuando se aproximaba al final de su período presidencial.
"Fue por pura conveniencia que se le pidió a la democrática Sudáfrica que le diera la espalda a Libia y a Gadafi, quien nos había ayudado a obtener la democracia".
Rol prominente
"Gadafi tuvo este estupendo sueño acerca de unos Estados Unidos de África, al igual que el líder de la post independencia de Ghana, Kwane Nkrumah, pero yo creo que recordaremos lo que pasó en los últimos días de su gobierno cuando lo que hizo, en realidad, fue bombardear a su propio pueblo"
Arzobispo Desmond Tutu
La posición de Gadafi en África era paradójica. Así como respaldó causas democráticas, también impulsó rebeliones en países como Liberia y Sierra Leona y apoyó al tristemente célebre gobernante de facto de Uganda, Idi Amin.
Los líderes africanos tenían la tendencia de pasar por alto esas posiciones.
"Muamar Gadafi, con los defectos que tenga, es un verdadero nacionalista. Prefiero los nacionalistas a los títeres de intereses extranjeros", señaló el presidente ugandés Yoweri Museveni en febrero.
"Por lo tanto considero que el Gadafi de mente independiente tuvo algunas contribuciones positivas a Libia, así como a África y el Tercer Mundo".
"También debemos recordar, como parte de esa mentalidad independiente, que expulsó las bases militares británicas y estadounidenses de Libia (después de asumir el poder)", agregó Museveni.
El coronel Gadafi desempeñó un prominente rol en la formación de la Unión Africana (UE), un organismo en el que ejerció una enorme influencia porque fue uno de sus mayores financistas.
En una cumbre de 2008, consiguió que muchos líderes tradicionales africanos lo declarasen como el "rey de reyes" del continente.
Un portavoz de uno de esos líderes tradicionales del reino Tooro de Uganda dijo que el coronel Gadafi fue un "visionario" que será extrañado.
"Vimos su lado humano, no el coronel Gadafi o el proverbial terrorista como lo describían los estadounidenses y europeos", apuntó Philip Winyl.
Gadafi también promocionó la creación de unos Estados Unidos de África para rivalizar con EE.UU. y la Unión Europea (UE).
"Queremos unas fuerzas armadas africanas que defiendan África. Queremos una moneda común. Queremos un pasaporte africano", subrayó.
De la boca para afuera otros líderes dieron su apoyo a esta visión, pero ninguno parecía tener serias intenciones de ponerla en práctica.
En una entrevista con la BBC después de la muerte de Gadafi, el canciller keniano Moses Wetangula dijo que el fallecido líder libio mostraba a veces una conducta agresiva.
"Realmente reprimió al pueblo libio y los sometió hasta el punto de que en una de muchas reuniones de la UA lo vimos cachetear a un canciller en nuestra presencia, algo que es totalmente inesperado por parte de cualquier jefe de estado que se respete a sí mismo", apuntó Wetangula al programa de la BBC Focus on Africa.
Mugabe y Gadafi
Una experta sobre la UA del Instituto de Asuntos Internacionales de Sudáfrica, Kathryn Sturman, dice que la muerte de Gadafi tendrá un profundo efecto.
"Es el final de una era para la UA. Libia fue uno de los cinco grandes contribuyentes financieros de la organización (conjuntamente con Sudáfrica, Nigeria, Egipto y Argelia). Pagaba el 15% (de su presupuesto) y también cancelaba las afiliaciones de países atrasados en sus pagos como Malawi", agregó Sturman.
"El nuevo gobierno en Libia no estará muy inclinado hacia la UA (que se opuso a la intervención liderada por la OTAN en Libia)".
Sturman dijo que si bien es posible que las dificultades financieras de la UA empeoren, puede que la organización trabaje más efectivamente en la era post Gadafi.
"Era muy inflexible en su búsqueda de unos Estados Unidos de África y ponía muchos obstáculos a los intentos de conseguir una integración regional más profunda".
La semana pasada el presidente sudafricano Jacob Zuma, cuyo gobierno inicialmente respaldó la intervención de la OTAN, para luego denunciarla, reflejó un punto de vista similar en un discurso sobre política internacional.
"El coronel Gadafi pasó mucho tiempo discutiendo un gobierno de unidad para África que era imposible de poner en práctica. Estaba apresurado para que se consolidara, posiblemente porque quería encabezarlo él mismo".
"Tuve discusiones con él sobre eso varias veces. La UA trabajará mejor ahora sin él poniendo demoras y con algunos miembros sin sentirse intimidados por él, como sucedía antes", señaló el mandatario sudafricano.
Es un secreto a voces en círculos políticos que algunos líderes africanos también se sienten intimidados por el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, quien permaneció siendo un incondicional aliado de Gadafi hasta su muerte.
Luego de encabezar la lucha independentista en Zimbabue, Mugabe – en el poder desde 1980 – califica a la oposición como “títeres” de Occidente mientras intenta aferrarse al poder.
Pero como el destino final de Gadafi indica, esa retórica ya no toca una fibra sensible en la mayoría de los africanos, un punto destacado por el Premio Nobel de la Paz de Sudáfrica, el arziobispo Desmonde Tutu, en una entrevista con la BBC.
"Gadafi tuvo este estupendo sueño acerca de unos Estados Unidos de África, al igual que el líder de la post independencia de Ghana, Kwane Nkrumah, pero yo creo que recordaremos lo que pasó en los últimos días de su gobierno cuando lo que hizo, en realidad, fue bombardear a su propio pueblo".