Por Redaccion villasombrero.com

A veces sólo basta con una simple mirada. O quizás un aroma, un roce o una palabra son suficientes para despertarlo. Porque la llama del deseo que hay latente en cada ser humano es capaz de encenderse ante el más sutil de los estímulos que llega a través de los sentidos, generando un impulso y una necesidad comparable con el sueño, el hambre o la sed.

Es lo que se conoce como la libido o deseo sexual que llega con el aumento de la testosterona hacia los 11 años, pero que alcanza su mayor pico hacia los 18 y los 20 años en los hombres, y entre los 30 y 40 en las mujeres, debido a factores culturales que las reprimen a ellas y alientan a los varones a disfrutar del sexo.

Sin embargo, por factores orgánicos o psicosociales, el deseo puede disminuir, convirténdose en un problema que afecta a cerca de un 30% de parejas después de la cuarta década de vida.

Factores que afectan la libido