Por Redaccion villasombrero.com
A veces son un auténtico jeroglífico para las mujeres. Pero ellas siempre se proponen nos desentrañarlo.
Tipos que consiguen disparar nuestras alarmas
Te damos algunas pistas para comprender a los especimenes más peligrosos:
Los que siempre quieren tener la razón
Muchos hombres han sido educados para lograr resultados a cualquier precio. Si cree que eres más lista que él, intentará que desistas de tus ideas o te dirá que son una bobada, sólo porque a él no se le ha ocurrido. Recurrirá a su arsenal estratégico porque interpretará que lo has pillado en falta. No deberías extrañarte de que, en unos días quiera llevarse todos lo laureles. No te cortes; si te plagia, díselo: una cosa es comprenderle y otra, regalarle guiones.
Los que nunca quieren discutir
¡Son aburridísimos! Cuando él dice que no desea discutir sólo está retrasando el momento hasta saber cuánto tiene que perder. No hablar es un modo de protegerse.
‘Te prometo que iremos juntos de vacaciones, no ocurrirá como el año pasado’, es el prototipo de promesa que ni él mismo se cree. Para ellos, lo importante son las ‘grandes’ cosas, las que se ven; para ellas, las ‘pequeñas’. En una carrera de obstáculos, se esforzarán en descubrir tretas para zafarse mientras nosotras intentamos llegar a la meta cuanto antes.
Los que sólo piensan en sí mismos
Una amiga dice que en su casa no puede ir sin jersey, porque vive con un hombre que no pone la calefacción en invierno y no quita el aire acondicionado durante todo el verano. Eso sí debe ser complicado.
Los que hablan de todos y no dicen nada de sí mismos
Citan a poetas y filósofos, pero su corazón está cerrado. Tienen palabra fácil aunque no son más que niños asustados que temen expresar sus emociones. Con ellos, la presión no funciona. Intentarán cambiar de tema o contraatacar tus argumentos para ordenar sus emociones.
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