Conoce el lado positivo de tus defectos
Para muchas personas, representa un "defecto" tener pecas,
orejas o nariz grande, muslos anchos, o un gran derrière; sin embargo,
distintos estudios sugieren que, algunas veces, aquello que más odiamos
de nuestro cuerpo, puede tener importantes beneficios para nuestra
salud.
Por ejemplo, muchas mujeres odian tener un enorme trasero, como le ocurrió a Jennifer López y ahora le sucede a la inglesa Kate Beckinsale. De acuerdo con los estudiosos, es mejor tener glúteos "generosos" que un estómago grande.
Según estudios realizados por la Universidad de Oxford, un trasero de buen tamaño eleva el nivel del llamado "colesterol bueno", el cual protege al organismo contra el endurecimiento de las arterias y reduce el riesgo de diabetes.
"Cuando la grasa se acumula en la parte inferior, actúa como un amortiguador para los ácidos grasos trans, es decir, los aceites vegetales modificados químicamente que se encuentran en alimentos procesados, los cuales pueden tener efectos nocivos si se depositan alrededor de los órganos en el abdomen, como en el hígado", sostiene el estudio.
El investigador principal fue el doctor Konstantinos Manolopoulos, quien apuntó: "Es muy importante saber en qué zona del cuerpo se reúne la grasa: la que está alrededor de la cadera y los muslos, no es mala; en cambio, la de que está en la barriga, sí lo es".
Por otra parte, una investigación realizada por la Universidad de Chicago y el Centro Internacional de Longevidad en Nueva York, ha vinculado las piernas cortas y anchas -como las de Mariah Carey- con niveles más altos de enfermedades del hígado, del corazón y diabetes, pero podrían tener ciertas ventajas, pues sus gruesos huesos tal vez asegurarían una vejez más saludable.
El profesor David Reid, experto en osteoporosis de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, ha declarado: "No hay duda de que uno de los factores determinantes para que la gente padezca osteoporosis o fracturas de huesos en la vejez es el grosor y la calidad de estos. Aquellos que son más gruesos pueden tener cierta ventaja contra los delgados, pues pueden resistir mejor las fracturas".
Los dedos pequeños de los pies también han sido estudiados. Los científicos han encontrado que éstos representan un grado en la evolución.
En el estudio llamado "Caminar, correr. La evolución de los dedos cortos en seres humanos, que se publicó en el Journal of Experimental Biology", se explica que pies con dedos largos requieren de más energía para funcionar correctamente y que absorben mucho más el impacto que se produce durante la marcha.
"En términos de la biomecánica, cualquier hueso o segmento que es más largo, requiere de más esfuerzo muscular para hacer que la articulación se mueva", señala el doctor Ian Bezodisan, de la Universidad de Gales.
El tamaño sí importa
A muchas personas, les parecen feas las narices o las orejas grandes -como las de de Kate Hudson, respectivamente-, pero éstas podrían tiener ciertas ventajas sobre las pequeñas.
El doctor Ralph Holme, director de investigación biomédica en el Instituto Real del Reino Unido para las Personas Sordas, ha explicado: "La parte externa del oído juega un papel muy importante en la localización y recolección del sonido, lo que significa que entre más grande sea la oreja, mejor escuchará la persona, porque el sonido fluirá mucho mejor en el canal auditivo".
Por otro lado, entre más grande es la nariz, también es mayor la protección contra las partículas de polvo y bacterias. Los científicos han encontrado que las narices grandes inhalan casi 7% menos contaminantes y actúan como una barrera contra los gérmenes.
Esto se observó en un investigación de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, encabezada por el doctor Renee Anthony. Se crearon dos narices artificiales, una de los cuales fue de 2.3 veces más grande que la otra. El estudio encontró un 6.5% menos de partículas en la de menor tamaño.