Redaccion de Siembra Hielo
Miguel Guerrero. viernes 30 de julio de 2010
por Redaccion villasombrero.com
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Bani.- Cuando se escriba la historia del magisterio banilejo el nombre de la profesora Aurelia Objio ocupará uno de los lugares cimeros.
Doña Lela, como es conocida por todos, hizo un apostolado del magisterio trabajando por más de 50 años en la enseñanza.
Sus actividades docentes las inicio en la comunidad de El Llano en el año 1925 donde permaneció hasta el 1934.
Despues de dos años sin ejercer esta actividad educativa, se reinició en la escuela Duarte, a la sazon dirigida por doña América Bucarelly de Pérez.
Admirada y estimada por todos cuanto la conocen, doña Lela constituye un ejemplo vivo de la consagración al ejercicio de la enseñanza. Llena de satisfacción señala que ''siempre viví enamorada del magisterio''.
La ilustre educadora dice que ese amor por la enseñanza ''es hereditario, esta en mí sangre'' y explica que las señoritas Dolores Objio y Amancia Objio Andujar, dos notables educadoras, tienen cercano parentesco familiar con ella.
Doña Lela dice que su mayor satisfacción era cuando los estudiantes mostraban signos de avance. ''Me emocionaba verlos aprender'', expresa.
Sobre los millares de alumnos que tuvo manifiesta con notable entusiasmo que ''no me puedo quejar de ellos. Siempre me han guardado cierto afecto y eso se lo agradezco''.
Su destacada labor ha sido reconocida por diversas instituciones locales las cuales le han otorgado diplomas, entre las que se encuentran la Logia Luz de Peravia, los clubes de Leones y 20-30 y el Banco de Reservas, entre otros.
Recuerda la distinguida profesora que fue nombrada Directora de Alfabetización de Adultos a finales de la década del 50. Asimismo menciona algunos profesores que fueron sus compañeros en distintas época: José María Báez, Felipe Ortíz, doña Ana Pérez de Reyes y Milagros Báez.
Ademas recuerda a Josefina Peña, Esther Santana de Ortíz, María Saldaña, Carmencita Pimentel e innumerables profesores que compartieron con ella bellas jornadas educativas.
Aunque fué jubilada en 1976, doña Lela mantuvo la costumbre de alfabetizar en su hogar.
Los más jovenes recuerdan a doña Lela cuando asistía a la escuela Canada donde permanecio por más de 20 años.
Su labor de alfabetización fue realmente digna. Doña Lela constituye un paradigma que deben emular las presentes y futuras generaciones de maestros banilejos.
(Publicado originalmente en Marzo del 1984).