Despues de que los seres
humanos disfrutamos de las necesidades basicas satisfechas minimamente, a
saber, comida, salud, vivienda y trabajo, educacion y diversion, poco tenemos
que pedir a Dios.
Al contrario, llega nuestra oportunidad de agradecer por medio de la cooperacion en trabajo social, monetario, etc.
Cada persona escucha la voz del corazon y su conciencia, por lo que creo que no somos tan ricos como para dar $100 mil, pero tampoco tan pobres como para no despojarnos de solo $25 dolares.
No necesariamente da mas o trabaja mas por la humanidad aquel que mas riquezas o tiempo libre posee, sino quien mejor comprende su deber en la sociedad y su paso por la vida.
O acaso no vemos repetir a diario la ridicula e indolente escena de personas que propagan sus cuantiosos bienes materiales, residencias, fincas, empresas e inversiones ante sus amistades, pero nunca o rara vez comparten siquiera una minima porcion de ello en la solucion de
millones de pobres y desvalidos, ni en obras sociales comunitarias.
El aporte a la sociedad no debe, pues ser solo economico, sino tambien en labor social, que la mayoria de las veces tiene mayor importancia y mejores frutos.
Si cada ciudadano pone su granito de arena, si no dejamos a los dirigentes de las asociaciones sin fines de lucro sacrificarse solos, cualquier pais o comunidad puede avanzar.
Y es que al final el beneficio o frutos sera para todos, para nuestros hijos, nietos, hermanos, padres, madres y para nosotros mismos.
Reflexionemos, pues, es hora de despertar.
Por EDGAR GUERRERO
Al contrario, llega nuestra oportunidad de agradecer por medio de la cooperacion en trabajo social, monetario, etc.
Cada persona escucha la voz del corazon y su conciencia, por lo que creo que no somos tan ricos como para dar $100 mil, pero tampoco tan pobres como para no despojarnos de solo $25 dolares.
No necesariamente da mas o trabaja mas por la humanidad aquel que mas riquezas o tiempo libre posee, sino quien mejor comprende su deber en la sociedad y su paso por la vida.
O acaso no vemos repetir a diario la ridicula e indolente escena de personas que propagan sus cuantiosos bienes materiales, residencias, fincas, empresas e inversiones ante sus amistades, pero nunca o rara vez comparten siquiera una minima porcion de ello en la solucion de
millones de pobres y desvalidos, ni en obras sociales comunitarias.
El aporte a la sociedad no debe, pues ser solo economico, sino tambien en labor social, que la mayoria de las veces tiene mayor importancia y mejores frutos.
Si cada ciudadano pone su granito de arena, si no dejamos a los dirigentes de las asociaciones sin fines de lucro sacrificarse solos, cualquier pais o comunidad puede avanzar.
Y es que al final el beneficio o frutos sera para todos, para nuestros hijos, nietos, hermanos, padres, madres y para nosotros mismos.
Reflexionemos, pues, es hora de despertar.
Por EDGAR GUERRERO