SENADOR PERAVIA Wilton Guerrero pide traslado de la dotación policial de San Cristóbal por narcotráfico Ramón Pérez Reyes - 8/27/2009 DEJE SU COMENTARIO El senador Guerrero dijo que los policías en San Cristóbal cobran “peaje” a los delincuentes. Santo Domingo.-El senador Wilton Guerrero emitió ayer nuevas críticas a los cuerpos castrenses y esta vez solicitó el traslado de la dotación policial de San Cristóbal, incluyendo a su comandante tras acusarla de actuar en contubernio con los narcotraficantes. En ese sentido, desmintió las versiones dadas por la Policía Nacional sobre los sucesos ocurridos en los sectores Jeringa y Samangola, donde se había informado que cinco personas habían muerto en una operación policial. En el caso de las dos personas muertas en Jeringa, Guerrero aseguró que se trató de un cobro compulsivo de peaje por parte del sargento Pablo Acevedo Dipré y el cabo José Antonio Mota Peña, a Arnaldo Wagner Domingo Núñez (El Menor). Sostuvo que “El Menor” le entregó mil pesos a Dipré como peaje semanal, pero que éste no le entregó a Mota Peña la cuota que le correspondía y al hacer la reclamación se produjo un fuego cruzado entre ellos donde murieron dos. Agregó que en el caso de los tres civiles muertos en Samangola no se trató de un intento de atraco a una banca, ni de agresión a una patrulla policial por parte de civiles, sino de una ejecución sumaria, ya que las víctimas tenían los brazos levantados cuando fueron fusilados. Explicó que las víctimas Pablo de la Cruz Méndez (Jeringuita), Estil José Chevalier y otra persona sólo identificada como You la Rabia, se dirigían en una motocicleta en horas de la noche desde Nigua hasta Lavapies cuando fueron ubicados por una patrulla que inmediatamente los ejecutó. Guerrero aseguró que en San Cristóbal las autoridades judiciales emiten órdenes de arrestos en contra de criminales reincidentes y sin embargo, no son apresados por la policía. Se quejó de que la ciudadanía ve con estupor a esos delincuentes pasearse armados por las calles de la ciudad, repetir la comisión de esos delitos y crímenes, compartir tragos con agentes policiales en colmadotes, y las visita que les hacen los policías para cobrarles peajes. Afirmó que como prueba de esto es que una de la víctimas, (El Menor) tenía cuatro órdenes de arresto en su contra emitidas por un juez.