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Jefferson, quien cumplió sus seis años el día primero de este mes, residía junto a su madre en la calle Sánchez del sector El Cacique, carretera Independencia de la capital, y cursaba el primer grado en el Colegio Fide del referido lugar. Familiares del niño explicaron que comenzó a presentar fiebre el lunes y fue llevado a la clínica Independencia, donde le tomaron pruebas de laboratorio que no indicaron ninguna anormalidad, por lo que fue medicado para bajarle la temperatura y despachado a su casa.
Al día siguiente, su madre, quien tiene un embarazo de cuatro meses, lo llevó a su pediatra, en la Clínica Real, donde le repitieron los análisis, pero tampoco arrojaron presencia de dengue. Atendiendo a la descripción dada por los familiares, su malestar fue tratado como amigdalitis, enfermedad que padecía desde hace un tiempo.
El miércoles se sintió mejor y hasta fue al colegio al igual que el jueves, cuando llamaron a su madre para que lo retirara porque estaba aquejado de dolor de estómago y dificultades para caminar. Esta vez fue ingresado en la Clínica Real, tras determinarse que padecía dengue. Sus plaquetas continuaban bajando.
El estado de salud de Jefferson empeoró y en la madrugada del sábado se iniciaron los trámites para referirlo al Robert Reid Cabral, donde según su tía, Maité de la Mota, se presentó el inconveniente de que no había disponibilidad de cama. Sin embargo, un especialista del hospital acudió a la clínica para evaluar al niño y lo encontró en estado de shock.
A las 3:00 de la tarde del sábado fue ingresado en el Robert Reid Cabral, donde el personal médico procedió a aplicarle las dosis requeridas en esos casos, pero cuatro horas más tarde murió.
Los parientes que estuvieron con Jefferson en el hospital aseguraron que “otros niños fallecieron esa noche afectados por dengue”. Sin embargo, Feris-Iglesias rechazó la versión y dijo que este año tiene entendido que sólo esos dos niños han muerto con diagnóstico de dengue.
Al referirse al caso de Jefferson, dijo que se trataba de un niño obeso con un dengue hemorrágico y un hematócrito muy concentrado en 50%, “y ahí no se podía hacer nada porque llegó en estado de shock, y si debió hacerse algo, debió hacerse antes”.
El director del Robert Reid Cabral, Emilio Mena Castro, se encontraba fuera de la ciudad y desconocía el deceso de los niños, pero prometió que para hoy se darán las informaciones correspondientes.
Explicó que generalmente en ese hospital no hay mortalidad por dengue, excepto que el paciente llegue tarde y en shock. “En esos casos resulta un poquito difícil revertir el cuadro, aunque muchas veces lo logramos, en otros podemos perder al niño o a la niña”, agregó.
En ese sentido llamó a los padres a llevar a sus hijos con tiempo al hospital, porque cuando dejan que la enfermedad avance, se torna más difícil sacar adelante al paciente. Asimismo, instó a los centros hospitalarios a referir a los pacientes con tiempo para identificar su condición y evitar las complicaciones.
Mena Castro aseguró que últimamente ese hospital no ha tenido mortalidad por dengue, lo que calificó como uno de los logros alcanzados con la Unidad de Dengue, que dirigen las doctoras Josefina Fernández y Virgen Gómez”.