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Jiménez Peña dijo que al frente de la Procuraduría ha actuado con transparencia y responsabilidad, por lo que aseguró que las palabras se toman por quien las dice. "Yo no soy quien para desmeritar a nadie, vivimos en una democracia. Que se investigue las actuaciones de cada uno, las actuaciones mía y las actuaciones de él".
Aseguró que la Procuraría es la institución más transparente que tiene el Gobierno del presidente Leonel Fernández, y que a eso debe su gestión.
Advirtió que el funcionarios del Ministerio Público que se vea envuelto en acciones "no santa" y que no se corresponda con acciones legítima, legales y dentro de la ética y la moral serán separados de sus cargos.
Jiménez Peña, tras ser consultado sobre el por qué se tomó acciones ahora en torno al caso de Baní, dijo que él encontró a la Procuraría en un proceso de institucionalización, y que a su despacho acudieron a lo poco días de asumir las funciones senadores, diputados, gobernadores de todas las provincias pidiendo las destitución de todos los fiscales, en momento en que se estaba en ese proceso.
“Yo no iba a responder a los intereses particulares de cada uno de ellos, pero de todos modos ordené una investigación de esos reclamos y si no se hubiera hecho así, hoy día tuvieran separados de sus cargos todos los fiscales”, apuntó el Procurador.
En torno al fiscal de Baní, Víctor Cordero, dijo que antes que ocurriera la masacre en la comunidad de Paya, ya estaba en proceso de ser sustituido de su cargo, pero que renunció antes.
“Las actuaciones del fiscal Cordero no eran santas, cometió acciones que riñen con los canos éticos y morales. ese caso se pudo comprobar”, acotó Jiménez Peña.
Con relación al gobernador Bienvenido Montero y al general Hilario González, dijo que sería un acto de irresponsabilidad actuar judicialmente contra ellos sin tener elementos que los comprometan ante la denuncia hecha por el senador.