Jose Dicen: Listin Diario Digital:
BANÍ.- Las granceras ubicadas en las proximidades de los arroyos Bahía, Pinson y Virreina, al suroeste de esta ciudad, habrían provocado serías inundaciones en las comunidades de Cañafistol y Villa Sombrero, al desviar el curso de estos acuíferos para el manejo de estas empresas, según denunciaron aquí varias entidades, organizaciones comunitarias y personas en particular que resultaron afectadas.
Cañafistol y Villa Sombrero resultaron anegadas con el paso de Noel por esta zona, donde viviendas, fincas, negocios, residenciales y otras áreas quedaron dañadas por el lodo y las aguas que los inundaron desde el domingo en la tarde, situaciones que los vecinos atribuyen a unas cinco granceras que supuestamente han desviado el curso de las aguas de Bahía y Pinsón, cuyas escorrentías anegaron barrios, fincas y parajes de estas zonas rurales.
Las comunidades de Cañafistol y Sombrero se han constituido en un Comité Gestor de “Lucha Contra Las Granceras de la parte Norte de Cañafistol”, y convocaron ayer domingo en la tarde una jornada de protesta y levantamiento de firmas de todas las personas afectadas por las aguas de los arroyos desbordados para iniciar una demanda colectiva contra las empresas que extraen agregados en la zona. Juan Peña, director de la Junta Municipal de Villa Sombrero, dijo que las aguas de estos arroyos, salidas de sus cauces inundaron completamente los barrios La Raqueta, Los Manguitos y Mamagina, dejando unos 295 refugiados, puentes destrozados, viviendas inundadas y taponadas de lodo, de lo que responsabilizan a estas empresas que comercian con los recursos naturales.
También hubo daños en los residenciales Virreina 1 y 2, así como en El Brisal, donde además de anegar viviendas, rompió calles, aceras y contenes, causando pérdidas cuantiosas. En la zona norte de Cañafistol, explicó, los daños alcanzan predios agrícolas, zonas ganaderas, viviendas y otros lugares.
Francisco Mejía, residente en Cañafistol, expresó que “aquí se acabó todo, pero la culpa es de las granceras que le taparon el lecho al arroyo, y mira toda el agua se metió aquí”.
En el área operan las plantas de agregados Koury, Peravia, la doble A, La Moya y otras dos que no pudieron ser identificadas en lo inmediato, todas según los vecinos de Cañafistol y Villa Sombrero, ubicadas a orillas de los arroyos que circundan estas localidades.
El comité gestor que busca solicitar a Medio Ambiente y otras instituciones estatales que sean cerradas las empresas extractoras de agregados ubicadas al norte de la comunidad de Cañafistol lo integran el Bloque de Asociaciones Campesinas Banilejas, Sociedad Pro- Desarrollo de Villa Sombrero (SOPROVIS).
También están la Asociación de Agricultores de Cañafistol, Juan Caballero, las juntas de vecinos La Unión, Delicia y Unida para el Progreso y los comités de salud de Villa Sombrero y del Cañafistol, entre otras.
Milton Dastenio Castillo, juez de los tribunales de la Provincia, cuya vivienda en Cañafistol fue convertida prácticamente en una regola, dijo que esas empresas han declarado que funcionan en canteras, pero afirmó que esto es una falacia, tras explicar que “es mentira que estas operen en canteras, están en el mismo lecho y a orillas de los arroyos Bahía, Pinson, Virreina y el paso de Don Pedro”.
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